lunes, 18 de mayo de 2015

LA RENTABILIDAD DEL FRACKING CONTADA A PRINCIPIANTES


ZONA CENTRAL DE TEXAS, VISTA AÉREA: 70.000 DESPIDOS EN ABRIL DE 2015
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1. Cuanto más alta se alza la estatua, tanto más duro y peligroso es después el golpe en la caída

A estas alturas a nadie se le escapa ya que el fracking ha sido el único acontecimiento de relevancia destacable en las últimas décadas en el sector energético. Hoy todos lo sabemos: no hay duda de que el fracking detuvo la creciente disminución de la producción de petróleo de EEUU. Lo que no se nos cuenta es el coste de tal apuesta, y el coste fue una ruina. La extracción más baja de todos los tiempos fue en 2006, desde entonces la producción diaria de petróleo llegó a incrementarse en un 30%, pero se detuvo de un frenazo en 2014 para caer de manera vertiginosa.

La producción de gas natural apuntó aún más alto, pero cuanto más alta se alza la estatua, tanto más duro y peligroso es después el golpe en la caída. Hacia mediados de 2013 la producción de shale gas parecía haberse estabilizado, los campos trabajaban a tope, a pesar de incrementarse el número de plataformas y las inversiones, no se conseguía un incremento proporcional de la producción, pero sí una caída de los precios del gas que hizo que la novedosa tecnología fuera cada vez menos interesante para los inversores.

Figura 1: Abril de 2015. Aumenta el número de empresas del sector que quiebran en los EEUU cada día. El número de taladros activos ("rig count") sigue cayendo con fuerza y es ahora un 53% inferior a lo que fue en octubre de 2014, como muestra la gráfica de Baker Hughes. Las afirmaciones hechas en 2011, 2012, 2013 e incluso en 2014 desde las compañías españolas dedicadas a promocionar estas prácticas, tales como Shale Gas España, BNK Petroleum, etc., que advertían del imparable crecimiento de la técnica en el mundo, que no habría que perder este "imparable" tren, aseveraciones tan pueriles o incorrectas como que llevaría a EEUU a la independencia energética, no faltas de una fanfarria propagandística interesada, pero desbordantes de una falta de rigor sonrojante, también desaciertos como que crearía cientos de miles de puestos de trabajo, etc., etc. Todas ellas resultaron ser un sueño.


Ignorando los impactos ambientales del fracking, y poniendo las restricciones y normas medioambientales por los suelos pudo crearse tamaña burbuja, basada en unos tipos de interés muy bajos y operaciones de especulación muy rápidas. Así, sólo la economía del fracking por sí sola es la pura demostración de que el esquisto bituminoso y el shale gas no eran el milagro que nos salvaría de los peligros económicos y sociales del pico del petróleo barato que según la AIE fue en 2005-2006. La extracción de gas y petróleo por medio del fracking es extremadamente cara. Ni con los precios del petróleo cercanos a los 100$ por barril, como hasta finales de 2014, hubo beneficios para los frackers. Hace unos pocos años a nadie se le hubiese pasado por la cabeza extraer recursos energéticos con fractura horizontal. Si se ha hecho ahora es por efecto de la creciente carestía del crudo convencional, la cual nos ha llevado a explotar materiales de mucha peor calidad y sólo accesibles con tecnologías caras y arriesgadas.

En este planeta de momento no hay soluciones milagrosas. La resistencia de una cadena se mide por su eslabón más débil, y finalmente éste se rompió. El fracking ha caído a niveles de actividad de 2010, no sólo se han cerrado más de la mitad de las plataformas (figura 1) sino que durante el pasado mes de abril de 2015 y solamente en Texas, el lugar que lo vio nacer, han sido expulsados al paro cerca de 70.000 operarios (figura 2), cerrando cientos de plataformas entre las que aún quedaban viviendo de su enorme deuda pagada con deuda. Al final la burbuja reventó.

Figura 2: LA RECESIÓN DE EMPLEO EN TEXAS ESTÁ AHORA LITERALMENTE "SALIDA DE LA GRÁFICA" La recesión del empleo en Texas no había sido tan mala desde el final de la segunda Gran Depresión. THE TEXAS JOB RECESSION IS NOW LITERALLY “OFF THE CHART” Job recession in Texas has not been this bad since the last of the second Great Depression (ABRIL DE 2015)


2. La resistencia de una cadena se mide por su eslabón más débil

Figura 3: Frase de Mark Twain
Algunas de las verdades incómodas que fuimos denunciando los críticos del fracking han ido erigiéndose en realidad, pues fueron abandonando la irrealidad (o mentira, o si se quiere fugaz existencia virtual, pero no real) que les dio alas: la formación de una burbuja; someter a aquellas que se nos decían "prósperas" actividades de 2012-2013 a la luz de dos leyes fundamentales tanto de la física, como de la extracción o la economía, a saber: la ley de los rendimientos decrecientes y la TRE (tasa de retorno energético) es suficiente.

Ambas eran, son y serán razones más que suficientes para no creer en semejantes milagros. En realidad se trata de leyes inviolables, lo que sería más correcto afirmar, por eso el tesón de quienes ya advertíamos de ésto aún a contracorriente y sometidos a presión, pero era la valentía que avalan las leyes inamovibles lo que nos empujó a ello, en especial las dos primeras leyes de la termodinámica, las que son especialmente aplicables a los procesos de extracción, refinado y transporte de energía; 1ª ley: la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma, y 2ª ley: sólo se transforma en una dirección, de disponible a no disponible, la energía utilizable es irrecuperablemente perdida en forma de energía inutilizable.

Desde 2011 tuvimos los datos de estudios ambiciosos, tanto locales como a escala europea, entonces el propio Europarlamento había presentado un completo estudio al respecto y ya nos advertía desde sus informes que "los riesgos y cargas medioambientales no son compensadas por su correspondiente beneficio potencial". Nos hicimos eco de ello y ya entonces manifestábamos la mesura, ponderación y sensatez de una entidad que al menos se preocupó de estudiarlo en profundidad.

Un poco más tarde pudimos leer los del Post Carbon Institute que pusieron en tela de juicio la manipulación inical de las cifras manejadas en cuanto a reservas y recursos, confundiendo muchas veces ambas cuestiones para dar énfasis a un negocio entonces emergente. Más cerca, una comunidad autónoma española (Cataluña) constituyó una comisión de estudio de la técnica, fue quizás la única que de manera rigurosa aportó sensatez y ponderación para juzgar la rentabilidad económica, social y medioambiental del fracking, sus conclusiones pueden resumirse en la siguiente frase: "En la planificación energética de Catalunya no se debe contemplar la explotación de hidrocarburos de roca madre como una fuente potencial de energía autóctona tanto por razones geológicas como sociales y ambientales".

En aquellas fechas, ya se hablaba de manera interesada por inversores, empresas del sector, buscadores de subvenciones, etc., de la "edad dorada del gas" ; pero resultó no ser real (es decir, una mentira), aunque coincidiendo con los altos precios del petróleo, la recesión vino acompañada de la desesperación y desde ella una infundada esperanza, y es que éso es el fracking: una desesperación, la de quienes pretenden o tienen la esperanza de continuar con un sistema en declive y exprimir lo último que queda de la naranja; pero es que como bien afirma nuestro Europarlamento: no compensa.

Finalmente nuestras más pesimistas predicciones se han hecho realidad. La mentira tiene un inconveniente: no es real, por definición; pero además la mentira tiene muchas facetas: reticencia, cabildeo, murmuración... Pero es siempre arma de cobardes.

1. Ley de los rendimientos decrecientes: primero se explotan los recursos más accesibles y de mejor calidad y finalmente quedan los más inaccesibles y de peor calidad. Cuando recolecto las manzanas de un manzano empiezo por las más cercanas y de mejor aspecto, pronto me doy cuenta de que sólo quedan las más altas y difíciles de alcanzar, también las más feas y de peor calidad. Los pozos de fracking empezaron en las mejores zonas y su declive puede llegar a un 80% en tan sólo dos años (ver figura 6).

Para mantener la producción de 1 millón de barriles de petróleo al día de Irak hay que perforar 60 nuevos pozos sólo en un año. La extracción de la misma cantidad de la formación bituminosa Bakken requeriría 2.500 nuevos pozos (ver la foto del encabezado arriba del todo), como con semejante propuesta no se pueden hacer oleoductos, ya que hay que cambiar de sitio permanentemente, el gasto en camiones, carreteras, vías de ferrocarril, trenes, nuevos pozos, nuevos proyectos.., hizo del fracking una actividad que a veces requirió una inversión energética mayor de la que se obtuvo.

2. TRE (tasa de retorno energético): debido a que el acceso es caro, la extracción costosa, el transporte constante, el refinado complejo, las molestias y protestas de los condados por el deterioro de sus infraestructuras acabaron en conflictos y demandas, además las denuncias por contaminación, sismicidad, enfermedades, etc., fueron una calamidad que acompañó a la actividad desde el principio, un gasto energético demasiado alto..., los retornos finales en unidades de energía son similares a los gastados, cuando no menores. Es decir, si en los años de la película "Gigante" con Rock Hudson, James Dean, Elizabeth Taylor, etc., con la energía que suministraba un barril se sacaban cien, es decir TRE = 1:100, con el fracking hemos asistido a alguna TRE=1:5 a 1:10 en el mejor de los primeros casos y TRE=1:1 y menores aún en momentos posteriores, o lo que es lo mismo: el mercado asumió (y aún los hay en circulación) unidades de barriles para los que se usaron más de un barril en su extracción, es decir TRE <1:1.

El concepto de TRE se ha mostrado harto complicado de calcular, peor todavía en los diferentes pozos de fracking, pero se trata de repensar y asumir lo que una de tantas gráficas como la de la figura 4 nos muestran de cara al futuro.

Figura 4: Evolución histórica reciente y su proyección futura del coste de la energía en porcentaje del PIB en rojo; y Tasa de Retorno energético (TRE) en azul, o energía neta que hemos sido, somos, y seremos capaces de conseguir en este planeta. La exposición que se quiso dar en la Escuela de Caminos de Santander es que las cotas de comodidad energética alcanzadas por la humanidad no se van a poder volver a dar con TREs menores de 1:20 (el fracking a lo sumo y en el mejor de los casos puede darnos 1:5), cuando hace unos 80 años con las extracciones de petróleo convencional, de alta calidad y fáciles de extraer eran de 1:100 (con un barril de petróleo disponíamos de suficiente energía como para extraer cien). Ese lujo nunca volverá. La crisis global hunde sus raíces en esta falta de combustible eficiente inyectado a la actividad económica, era asequible y barato, una disponibilidad a la que nunca mejor llamamos "oro negro", pero que desde 2005 ya es inaccesible. La pregunta es si con tasas de TRE 1:20 o menores, podremos mantener la civilización tecnológica que hemos sido capaces de construir.

Ante estas afirmaciones a cualquier economista clásico le parecerá de risa el razonamiento, si no fuera por el hecho de que desde 2012 la deuda de las 127 grandes empresas del sector se estaba hinchando a un ritmo de más de 100.000 millones de dólares anuales, vendiendo activos y generando unos paquetes de deuda tóxica que ya se acerca al medio billón de dólares (figura 5).

No cabe duda que desde 2008 el grueso de los puestos de trabajo en EEUU se generaron gracias a ello, y eso fue el llamado "milagro de los puestos de trabajo del fracking", pero el sistema es un típico esquema Ponzi que en un momento revienta, así escuchábamos eso de ¡EEUU va bien!, una copia exacta del "España va bien" de principios del siglo XXI, que ya sabemos cómo acaba, y que luego (en España) ya supimos que fue lo que había pasado con la deuda de más de un billón de euros generada a fecha de hoy. Un esquema así se sabe perfectamente cómo se desarrolla y cómo finaliza, y no es un problema de falta de advertencias, es probablemente un problema de codicia e inercia, una falta clara de visión hacia un futuro sacrificado comprometiendo nuestra propia viabilidad social, pero no menos la de nuestros hijos, nietos...

El problema con semejante deuda económica y medioambiental, no es solamente que nadie le ha preguntado su opinión a las generaciones futuras, si les parecen bien nuestros experimentos; seguramente cuando hablen en sus libros de historia (si los hubiere) de las decisiones más cobardes de aquellas gentes del año 2015, no saldremos muy bien parados. Un buen número de razones medioambientales, sociales y económicas ya nos están apretando de manera apremiante, actualmente cada alma de las 7.200 millones que habitamos este planeta pagamos una factura medioambiental por prácticas arriesgadas de entre 500 y 1.000 dólares al año, y la factura va al alza. Cuando el que manda es negativo y desconfiado, fácilmente cae en la tiranía. Incluso con las generaciones venideras...

Figura 5: Había estado sucediendo durante años: en 2010, el agujero dejado por fracking fue de sólo 18 mil millones de dólares. Durante los siguientes tres años que siguieron a 2011, la diferencia era de más de 100 mil millones anuales. Arriba el gráfico de una industria con los flujos de caja libre en negativo aparentemente permanentes. Datos de la U.S. Energy Information Administration (eia). La deuda acumulada podría superar ya los 500.000 millones de dólares. Acompañado con la venta de activos por parte de las principales empresas, en algunos casos para pagar dividendos, el futuro energético de un planeta que ya no da más de sí es de color chapapote. El sistema capitalista (como el comunista) se está muriendo de éxito.

Por ejemplo, un típico fracked que se asomaba a las tierras de Oklahoma en 2009 debutaba con una producción de alrededor de 1.200 barriles de petróleo al día. Apenas cuatro años más tarde, la producción se había reducido a tan sólo 100 barriles de petróleo por día. Para duplicar esa salida de la formación rocosa Bakken, por ejemplo, requeriría 5.200 nuevos pozos cada año, y triplicarlo requeriría 7.800 y así sucesivamente... Lo espantoso del asunto es que menos de una década después de todo lo que se hizo, con todas sus implicaciones medioambientales, el millón de barriles adicionales de petróleo por día en la producción se reducirían a solo 100.000, independientemente de lo que las compañías petroleras hagan o dejen de hacer, la naturaleza de la formación donde se perforó el pozo es la que manda.


Figura 6. Arriba: ARC Financial Research nos presentó la gráfica de la decadencia de las distintas formaciones de Shale Gas en EEUU a mediados de 2013. En noviembre de 2014, con el barril cercano a los 60$, se abandonaron muchos de los campos de extracción y las nuevas perforaciones cayeron en torno a un 40-50%. Este hecho contradice las afirmaciones de los directivos de Shale Gas España por ejemplo, que vaticinaban aún en el presente año, cosas como que el crecimiento de las explotaciones era imparable o que cada vez más, nuevos países se incorporarían a este revolucionario boom energético, que España debería haber cogido este tren y que EEUU será una potencia productora a partir de 2020 y adelantaría a Arabia Saudí, etc. En realidad lo que se esconde detrás de esas afirmaciones del propio economista jefe de la AIE, Fatih Birol, durante la presentación del informe de 2012 de la AIE a la prensa fue que la caída del consumo y la actividad económica en plena recesión es la única forma de conciliar las previsiones de la AIE con la realidad. O lo que es lo mismo: se está diciendo que los EEUU están irremisiblemente dirigidos a un descenso energético imparable con su correspondiente crisis económica de la mano, una crisis cuyas dimensiones serán de depresión. Abajo: "La producción tiene que bajar porque las plataformas de extracción de petróleo han caído un 57% este año," afirma James Williams, presidente de la consultora de energía WTRG Economics. "Aunque lo que juega a favor es el hecho de que los equipos que todavía estamos utilizando son más eficientes y la perforación en áreas donde se obtiene una mayor producción. Así que se ha retrasado el declive " (EIA, Bloomberg).

La californiana Monterey Shale, que la Agencia de Información de Energía (eia) de EEUU creyó que contenía 13,7 mil millones de barriles de petróleo en 2011, supuso una avalancha de apuestas y generación de intereses. Un examen más detallado reveló que la formación estaba mucho más disuelta, tanto es así que sólo alrededor de 600 millones de barriles en última instancia, podrían ser recuperados con la tecnología actual, pero con un coste energético presumiblemente mayor que el que hoy pudieran proporcionar. Se trata de una rebaja superlativa, desde los estudios de David Hughes y el Insttituto Post-Carbón ya hay garantía de que otras de aquellas predicciones super optimistas de 2011 y 2012 sobre las riquezas petroleras de los esquistos bituminosos y del shale gas, tanto en los EEUU como en otros lugares, van a tener resultados similares.

Las mejores ubicaciones para la técnica del fracking se seleccionaron las primeras. Conforme pasaba el tiempo, las nuevas ubicaciones fueron menos productivas como se ve en la figura 6 arriba. Las ubicaciones existentes se agotan rápidamente. El cenit del petróleo y el gas de esquisto seguramente se ha alcanzando ya, y a lo largo de los próximos años no es probable que crezca, sino que si ya han cerrado muchas de las plataformas y pozos y no se han multiplicado las nuevas, se han reducido desde finales de 2014 en más de un 60%, no debemos creer pues en los milagros anunciados en 2011 y 2012, aquellos que el sector cacareó en su momento y que aún en ciertos ambientes sigue cacareando, el problema es que haya todavía (y lo hay) un sector de la industria, de los inversores o de los científicos que se lo quiera creer y sigue confundiendo a la ciudadanía.

Pero, ¿qué mejor que escuchar lo que opina la industria y los inversores? Los directivos de las mayores empresas son tan críticos con la tecnología del fracking como muchos especialistas medioambientales, en la siguiente figura 7 podemos leer algunas de las afirmaciones que ya se han hecho famosas en el sector de boca de sus autores. Uno de ellos (Exxon) alegó ante la justicia un permiso de fracking muy cerca de una de sus residencias con los mismos argumentos que han venido utilizando las plataformas antifracking, verdaderamente su lectura parece hecha por una de ellas: contaminación de acuíferos, sismicidad inducida, perjuicios para la salud, etc. Dejo esta investigación para la curiosidad del lector.

Figura 7. Arriba: algunos inversores ya advierten abiertamente sobre la ruina del fracking, David Einhorn, el 5 de mayo de 2015 daba un consejo a los inversores: "...si están interesados en el petróleo que inviertan en la propia materia prima. Hacerlo en las empresas de fracking puede ser una decisión fatal...". Y es que ni aunque el barril de crudo esté a 100 dólares estas empresas lograran unos ingresos fuertes respecto a su endeudamiento. Einhorn también señaló a Concho Resources como ejemplo de empresa dedicada a la fractura hidráulica que invierte mucho y genera pocos beneficios. Según él, "Las compañías de fracking no valen nada". Abajo: los magnates del petróleo por su parte se arrepienten de haberse metido en el negocio del fracking: "...hemos perdido hasta la camisa...". Recordemos la muerte de Christophe de Margerie cuando iba a Rusia a negociar un acuerdo pacífico con Moscú por el problema energético europeo creado a raiz del conflicto con Ucrania: "El grupo Total confirma con gran emoción y una profunda tristeza que su presidente Christophe de Margerie ha muerto en un accidente de avión en el aeropuerto de Vnukovo de Moscú tras una colisión con una máquina quitanieves". Se le llamó el amigo de Rusia.


3. ¡Un gran descubrimiento! Algo que sólo entendías muy a medias, te ha resultado clarísimo cuando has tenido que explicárselo a otros.

Debería parecer obvio que se necesita energía para obtener energía. Y cuanta más se necesite para obtener la energía que queremos, menos queda para las conquistas sociales y culturales del "homo tecnologicus". Explicamos así por qué los precios serán cada vez más altos (figuras 10 y 11), ya que los insumos energéticos utilizados cuestan cada vez más (concepto mil veces explicado de la TRE al que pocos economistas quieren hacer frente, ver figura 8). En tales circunstancias, hay menos energía neta o sobrante para el uso del resto de la sociedad, es decir, para el desarrollo de las partes no directamente energéticas de las sociedades: cultura, educación, cuidado familiar, sanidad pública universal... Pero lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado.

Figura 8: El conocido triángulo de Richard Heinberg. De cómo las falsas promesas de abundancia en torno al fracking ponen en peligro nuestro futuro. Debe tenerse en consideración que la burbuja del fracking responde entre otras cosas al hecho (interesado o no) de no haber tenido en cuenta las advertencias que hemos venido ofreciendo sobre: 1. Ley de los rendimientos decrecientes y 2. TRE (Tasa de Retorno Energético).

El consumo de combustible dentro de la industria de petróleo y gas creció de forma continua desde 1919 hasta principios de 1980 en EEUU, se invirtió a mediados de la década de 1990, y ha aumentado recientemente, como es lógico relacionado con el aumento del costo de la búsqueda y extracción de petróleo y gas.

Poca gente es consciente de un par de obviedades: primera, que obtener la energía que usamos para nuestra vida cotidiana y nuestra comodidad cuesta energía, y segunda, que esta civilización tecnológica, al menos tal cual la conocemos, es presumiblemente inviable con TREs menores de 1:20, por ello algunos científicos comprometidos explicamos a políticos, ciudadanos, empresarios y otros científicos el reto económico, medioambiental y energético que nos ha caído encima (figura 8), y el fracking ya ha demostrado que no es la salvación o el milagro que se pregonó, sino más deuda, más contaminación, más impactos en el subsuelo y un venenosos negocio muy rentable para algunos especuladores.

Verdaderamente vivimos tiempos fascinantes, apasionantes, desconcertantes..., pero está en nuestras manos el hacer que el grueso de la población sea consciente de los retos de sostenibilidad social, medioambiental y económica que nos ha tocado vivir. Las circunstancias nos han conducido a un decrecimiento de la economía (o energía, da igual en este caso), con un empequeñecimiento del mundo desde que nos acoge y del que no podemos escapar ni tampoco hacer inhabitable. Nadie nos ha preguntado nuestra opinión, nos guste o no así será, y tenemos dos formas de afrontarlo, o por las buenas o por las malas, es de desear que sea de la primera manera, las consecuencias de afrontarlo por las malas es mejor no imaginarlas.

Figura 9: Ciclo de Conferencias en el Planetario de Pamplona organizadas por el Ateneo Navarro los días 12 y 13 de mayo de 2015, el día 8 de mayo se había explicado en una charla en Cortes de Navarra y el día 14 de mayo en el Ayuntamiento de San Sebastián (Guipúzcoa).

Rara vez pensamos en la energía que se necesita para obtener la energía que usamos, porque los procesos permanecen ocultos para la mayoría de nosotros, hasta que encendemos la luz o repostamos en el coche y luego pagamos las facturas. Por ejemplo, cuando perforamos para obtener petróleo, creemos que no hubo gasto de energía para construir las plataformas, para mover las tuberías y entregarlas en el lugar de perforación, para perforar el pozo, completar el pozo y bombear el petróleo... Las personas que participan, todos requieren energía en forma de alimentos para vivir y herramientas y transporte para hacer su trabajo. 

El petróleo se transporta por gaseoducto o cisterna a las refinerías que utilizan aún más energía para hacer que los productos finales, como el diesel o la gasolina que usamos lleguen a nuestros vehículos, infraestructuras o edificios. Estos productos son transportados a los distribuidores y finalmente, a las estaciones de servicio minoristas o grandes usuarios industriales. Esta lista es realmente superficial, pero ilustra el alcance de las actividades involucradas. En el caso del fracking están todas las listadas del petróleo convencional más una buena lista más que se requiere para la presión de fracturación, transporte de agua, residuos, inyección, químicos, etc.

Cuando se habla de este tema de manera abierta y sin edulcorar, salen a relucir los retos que tenemos sobre nuestras cabezas, los partidarios de estas novedosas tecnologías pregonan una fe absolutamente infundada en que las innovaciones tecnológicas siempre son positivas y nunca restan pero, muchas de ellas no son otra cosa que iatrogenias.

Se trata de beneficios a corto plazo pero que traen graves impactos a largo plazo, y que se obvian, soterran o simplemente permanecen ocultos o minusvalorados. La energía nuclear es el ejemplo típico para explicarlo. Aportes minúsculos o inexistentes de energía neta (TRE) a la sociedad, se reparten de forma desigual a lo largo del tiempo de manera que las generaciones futuras que asumirán los costes no pueden intervenir en los dictámenes que les afectarán y perjudicarán de manera trascendental.

En lenguaje económico suele ser resuelto por las tendencias neoclásicas mediante el algoritmo de la capitalización. Se escoge un tipo de descuento que va minimizando el valor presente de los costes y en algún momento se amortiza. El truco se utiliza incluso para minimizar los efectos del cambio climático, pero carece de sentido real, ya que afecta a bienes y sistemas insustituibles, básicos para garantizar la vida humana. Los tipos de descuento que debieran aplicarse tendrían que ser negativos, y eso no existe dentro del marco conceptual de la economía neoclásica.


Figura 10: El consejero delegado de REPSOL augura que la burbuja del fracking terminará explotando, tal y como auguramos hace ya un par de años por ejemplo desde este blog. Debido a esa previsión fuimos objeto de una crítica violenta desde precisamente algunos estamentos ligados también a REPSOL, no fueron pocas las veces que en debates ante la ciudadanía, tanto en Madrid como en Asturias, Burgos, Cantabria (en varias ocasiones), etc., técnicos de REPSOL llegaron a afirmar en público y en medios de quienes adelantamos semejante realidad éramos unos antisistema o contarios al progreso; al final de este artículo puede verse algún comentario al respecto en 2014, cuando las críticas y la presión por parte de la industria y las instituciones que las apoyaron arreciaron y fueron mucho más profundas. Estas nuevas declaraciones del consejero delegado de REPSOL pueden consultarse aquí, en el diario económico Expansión.

Para acabar las cosas, hay que empezar a hacerlas. Lo primero de todo es ser consciente de lo que se nos viene encima, tomar medidas y actuar en consecuencia, y por supuesto, tengamos cuidado con los salvapatrias, ahora vendrán con otra u otras soluciones milagrosas; pero para darse cuenta de si lo son o no, ya hemos aprendido una lección más: sometamos la novedad tecnológica a las leyes de 1. Rendimientos decrecientes y 2. TREs. Y ya veremos qué nos cuentan...

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