jueves, 7 de enero de 2016

TENEMOS "DOCTORISMO" PARA RATO

FELICITACIONES POR TAN INSIGNE GALARDÓN

En ‪España pasan cosas como que Alexander Fleming, Albert Einstein, Ryszard Kapuscinski, Nelson Mandela, Severo Ochoa, Vargas Llosa…, compartan los más prestigiosos honores universitarios con imputados por el caso Bankia, la trama Púnica, o la Gürtel, condenados por (presuntamente) fraude, delitos contra la humanidad, los derechos humanos, estafa, blanqueo… 

Todo un desprestigio para nuestras universidades, que desmerece por pura coherencia, el reconocimiento a los verdaderos genios de las ciencias, de la cultura o de la paz.

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El pasado 21 de diciembre de 2015 el Consejo de Gobierno de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) aprobó por unanimidad la retirada de la condición de doctor Honoris Causa al exvicepresidente del Gobierno y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato. Se une así a la decisión tomada en la Universidad de Alicante, que ya revocó este año la misma condición al expresidente de Bankia.

En la tradición universitaria española de los últimos años sigue siendo demasiado frecuente el honrar con estas palabras y la distinción de Honoris Causa a empresarios influyentes en bolsa, políticos, banqueros: "Recibe el birrete con borla... para que con él no solo sobresalgas sobre los demás en dignidad, sino que también, como con el yelmo de Minerva, estés protegido para la lucha". "La sabiduría, con este anillo, se te ofrece voluntariamente como esposa en perpetua alianza: muéstrate digno esposo de tal esposa". "Siéntate en la silla de la sabiduría para que desde ella, sobresaliente para tu ciencia, enseñes en la Universidad, en el foro, en el Estado, gobiernes, juzgues y prestes tus servicios".

Finalmente acaban pasando por el “talego” o son arrestados, imputados, encerrados domiciliariamente, son presuntamente delincuentes, o no… Mario Conde, Gerardo Díaz Ferrán, Jordi Pujol, el mismísimo Francisco Franco Bahamonde, todos han ostentado u ostentan tan reconocido galardón, el último que ha saltado a la actualidad por habérselo retirado es Rodrigo Rato. Son tiempos de recortes, los excesos de la era de abundantes recursos han pasado a la historia de este planeta, incluso de semejantes reconocimientos, otrora tan considerados ya comienzan a sufrir sus tijeretazos.

A veces se les retira el pasaporte, o siguen imputados durante años ante la mirada cómplice de una justicia (presuntamente) debilitada por ellos mismos... Hay un factor común en la ceremonia: mucha pompa y circunstancia; reyes, príncipes, princesas, infantas, ministros, autoridades varias, arropan con las cúpulas de sus partidos (o a los que financian de manera ilegal) al insigne.

Es parte de nuestra historia más reciente y gris, de la que nos resistimos a sacar lecciones. Esta reflexión triste y verdadera, además molesta a algunas personas que no entienden el concepto de aprender para rectificar y mejorar. Nuestras estructuras de estado son socialmente poco resilientes, no se diseñaron para cultivarse y reparar, más bien para ocultar, olvidar, censurar.

En ‪España pasan cosas como que Alexander Fleming, Albert Einstein, Ryszard Kapuscinski, Nelson Mandela, Severo Ochoa, Vargas Llosa…, compartan esos honores hoy en día con imputados por el caso Bankia, la trama Púnica o la Gürtel, condenados por (presuntamente) fraude, delitos contra la humanidad, los derechos humanos, estafa, blanqueo… Todo un desprestigio para nuestras universidades, que desmerece por pura coherencia, el reconocimiento a los verdaderos genios de las ciencias, de la cultura o de la paz.

2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

La pompa y la charlatanería se adueñan de la nuestra universidad. Nuestros verdaderos doctores están mal considerados, el personal de investigación mal pagado, las líneas de investigación no reciben el apoyo que merecen, nuestros mejores cerebros deben marcharse del país para poder desarrollar su conocimiento, un sinfín de instituciones y de intermediarios entorpecen cualquier iniciativa, la burocracia se adueña de los laboratorios y de las cátedras y mientras tanto una caterva de corruptos recogen títulos "honoris causa". Puedo nombrar a alguno de ellos que cuando recibió el doctorado llevaba quince años sin leer un libro, su actividad lectora se reducía a la lectura de informes bancarios y de balances económicos.
Saludos
Francesc Cornadó

Toño dijo...

Será que aplaudimos la especulación y el robo siempre que prometa crecimiento y riquezas sin fin para todos.