sábado, 31 de diciembre de 2016

2016: ¿HAY UN AUMENTO DE LA SISMICIDAD GLOBAL?

 
Tasa de rebote de la corteza terrestre tras el fin de la última edad de hielo, Paulson et al. (2007) NASA.


Las actividades humanas industriales y nuestro nuevo estilo de vida, con emisiones de gases y otros cambios que hacen el clima más extremo, conllevarán en no muy largo plazo, un aumento de más de 4°C en la media del planeta. 

La adopción de un enfoque uniforme que contemple los cambios atmosféricos y los telúricos en estrecha relación es ya una mirada emergente cada vez más presente entre los científicos. Vivimos inmersos en el gran cambio.



1. INTRODUCCIÓN. INCREMENTO DE LA ACTIVIDAD SÍSMICA DEL PLANETA

A través de redes sociales y medios online, se hace recurrente la cuestión del título de este artículo. Hace ya varios meses, sobre todo desde el verano, nos vienen preguntando muchos ciudadanos interesados y periodistas del ámbito científico, a las personas que de una u otra manera tocamos el tema de los terremotos, por este disparo momentáneo de la actividad sísmica del planeta. Los datos son muy pocos porque la red internacional de medición comenzó en 1973, un suspiro en la historia de la dinámica de la Tierra. El hecho de que en un par de meses haya tantos M>6 no quiere decir que se avecine un big one.

Durante el año 2016 se han producido 14.128 terremotos M>4 y 1.521 M>5. Ha habido 129 terremotos M>6 en el planeta (146 en 2015, 155 en 2014, 142 en 2013, 133 en 2012, 207 en 2011 y 175 en 2010), cuatro de ellos en Europa que fueron los tres italianos de agosto y octubre del presente (Nursia 6,2 y 6,6 y Visso 6,1) y el del 25 de enero frente a las costas de Melilla y Andalucía de 6,3. Durante todo el año 2015 hubo 146 terremotos M>6 y 19 terremotos M>7 (como en 2013), en 2016 tuvimos 17 eventos M>7 destacando por su virulencia el de Nueva Zelanda M7.8 del 13 de noviembre. El mundo vio 19 terremotos M>7 en 2015, 12 en 2014, 19 en 2013, 16 en 2012, 20 en 2011 y 24 en 2010 siendo éste el récord hasta el momento.


Figura 1. Terremotos con magnitud entre 6 y 7 desde 1963 hasta 2011 (USGS)
De acuerdo con los registros a largo plazo (desde aproximadamente 1900), esperamos de media unos 16 grandes terremotos al año que incluyen 15 terremotos en el rango de magnitud 7 a 8 y un terremoto de magnitud 8 o mayor. Desde 1973 a 2015, nuestros registros muestran que hemos superado en diez ocasiones el número promedio de terremotos a largo plazo: en 1976, 1990, 1995, 1999, 2007, 2009, 2010, 2011, 2013 y 2015. En lo que va de año ya ha habido 15 terremotos entre 7 y 8 de magnitud.

El año con el mayor número total fue 2010, con 24 terremotos mayores o iguales a la magnitud 7. Otros años el total estuvo muy por debajo de los 16 por año esperados, basados ​​en el promedio a largo plazo: 1989 sólo vio 6, mientras que 1988 vio sólo 7 grandes terremotos. En lo que llevamos de siglo XXI y sin contar aún este movido 2016 se puede deducir un ligero incremento global, se han presentado este tipo de modeliaciones muy significativas como la que podemos ver en el siguiente video.


TERREMOTOS DURANTE LOS 15 PRIMEROS AÑOS DEL SIGLO XXI


Figura 2. Terremotos mundiales y localización durante 2016.


 2. ACTIVIDADES INDUSTRIALES, FRACKING

Que la actividad sísmica esté incrementándose si la miramos desde una perspectiva algo más amplia, es una realidad, no sólo el hecho de que las comunicaciones y la sensibilidad de nuestros aparatos de medida hayan mejorado de manera notable nos hacen percibir este hecho. La realidad es que sí se está produciendo un incremento en las últimas décadas. Si nos fijamos en los terremotos M>2 desde 1973 hasta 2011 tenemos una gráfica como la mostrada a continuación en la figura 3.

Figura 3. Terremotos mundiales de magnitud 2 a 10 desde 1973 hasta 2011. Fuente: USGS.

También tenemos claro ya que la actividad sísmica de una determinada zona puede verse incrementada como consecuencia de nustras actividades industriales. Tal es el caso por ejemplo de Oklahoma, estado que antes del año 2010 apenas presentaba actividad sísmica, siendo una zona intraplaca donde no hay convergencia de placas. Sin embargo las inyecciones de aguas contaminadas provenientes del sector de los hidrocarburos, en especial del fracking, ha determinado que el nuevo mapa sísmico para aplicar las normas de construcción sismorresistente de EEUU haya convertido a este estado en tan sísmico como California, habiéndose adelantado incluso en el número de terremotos registrados los años pasados.

Figura 4. Un laboratorio a escala real para visualizar el incremento de sismicidad debida a la inyección de aguas residuales de la industria del fracking: Oklahoma. En rojo las zonas con mayores tasas de inyección de agua. Los puntitos grises son los terremotos M>3 desde 2009 hasta septiembre de 2016. Los puntitos negros los terremotos M>3 desde 1979 hasta 2008. La estrellita roja es el terremoto M5.8 récord hasta el momento debido a actividades humanas (terremoto de Pawnee del 3 de septiembre de 2016, entonces escribí este artículo) desbancando al de 2011 en Prague (también Oklahoma) M5.6 (estrellita rosa). Desde septiembre se está regulando la inyección y se han reducido el número de terremotos. La acumulación de presión resultante de la inyección de aguas residuales puede extenderse por grandes áreas y desencadenar terremotos a decenas de kilómetros de los pozos de inyección. Fuente: Science Advances.
Figura 5. Incremento acumulado de la actividad sísmica en unidades de terremotos M>3 en la zona central de EEUU desde 1970 hasta 2015. A partir de 2006, se produce una mayor tasa de terremotos, que desde 2010 se disparan coincidiendo con la expansión de la fractura hiráulica (fracking) como método de extracción de hidrocarburos.


3. CAMBIO CLIMÁTICO ANTROPOGÉNICO

Por otro lado la relación con el cambio climático antropogéncio, el calentamiento global y la subida del nivel del mar ha venido relacionándose con el incremento de la actividad sísmica. La verdad es que aún disponemos de muy pocos datos para poder afirmar algo tan rotundo pero los científicos poco a poco vamos viendo evidencias que apuntan a investigar el hecho aquí apuntado.

El año 2016 marca también un par de récords muy a tener en cuenta: en primer lugar, desde hace más de dos millones de años no hay una concetración atmosférica por encima de 400ppm de CO2, el homo sapiens no existía y en segundo lugar, también el mayor récord de sismicidad histórica conocida y asumida como de origen humano con un consenso científico del 100%: el terremoto M5,8 de Pawnee mencionado y localizado en la figura 4 con una estrellita roja (figuras 4 y 5).

Figura 6. Incremento de la sismicidad en el período que va de 1973 (desde que disponemos de una red analógica internacional) hasta el año pasado 2015. En azul terremotos mayores de M5.0, en rojo de M6.0 a M6.9 y en verde los mayores de M7.0.
Figura 7. Tierra, Atmósfera y capas de hielo en calentamiento (rojo), de 0-700 metros el calor contenido en el océano (OHC) (azul claro) y entre 700-2.000 metros (azul oscuro). Nuccitelli et al.(2012) , y añadido a la SkS .
Figura 8. Cambios históricos globales en el nivel del mar desde 1800 proyectados hasta el año 2100. Se trata de series temporales del nivel medio global del mar (desviación de la media de 1980-1999) en el pasado y proyectadas hacia el futuro. Para el período anterior a 1870 no se dispone de mediciones globales del nivel del mar. El sombreado gris muestra la incertidumbre en la tasa estimada a largo plazo de los cambios del nivel del mar. La línea roja es una reconstrucción de nivel medio global del mar de mareógrafos y el sombreado de color rojo indica la gama de variaciones de una curva suave. La línea verde muestra el nivel medio global del mar observado desde la altimetría satelital. El sombreado azul representa el rango de proyecciones del modelo para el escenario SRES A1B para el siglo XXI, relativo a la media de 1980 a 1999, y se ha calculado independientemente de las observaciones. Más allá de 2100, las proyecciones dependen cada vez más de los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero. Durante varios siglos o milenios, el nivel del mar podría subir varios metros. Fuente: IPCC.

La adopción de un enfoque uniforme que contemple los cambios atmosféricos y los telúricos en estrecha relación, es ya una mirada emergente cada vez más presente entre los científicos que contemplamos los procesos naturales concatenados. El reconocimiento de las diferencias de potencial, tanto en ritmo y en escala del período de calentamiento post-glacial es también una visión que explica muchos de los enigmas de la dinámica terrestre.

De ello se deduce asimismo la posible influencia del cambio climático antropogénico en relación con una serie de características geológicas y geomorfológicas peligrosas a través de una variedad amplia de ajustes ambientales que afectan tanto a la atmósfera como a la hidrosfera y también a las zonas profundas que sustentan nuestras ciudades y por lo tanto nuestras relaciones personales, culturales, afectivas...

Figura 9. Terremotos M>5 durante 2016. La raya verde muestra la media de los 6 últimos años, 2016 ha estado algo por debajo y la raya gris la media de los últimos 50 años, 2016 es una año de sismicidad "normal".


Figura 10. Los 20 mayores terremotos de la historia acontecidos desde que tenemos registros instrumentales.

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