martes, 27 de marzo de 2012

LA ESPAÑA SÍSMICA, UNA NUEVA DISCIPLINA PARA LA ARQUITECTURA Y EL PLANEAMIENTO URBANÍSTICO: LA RESILIENCIA SÍSMICA DE LAS CIUDADES


1. INTRODUCCIÓN: UNA NUEVA MIRADA A LA CUESTIÓN SÍSMICA A TRAVÉS DE LA DISTRIBUCIÓN DEL TERRITORIO

Granada hace algo más de 50 años lo planteó en pleno siglo XX, pero recientemente Lorca y El Hierro nos lo han vuelto a recordar en el XXI: España es un país sísmico, con una sismicidad capaz de matar, dañar ciudades completas, arruinar nustro patrimonio y paralizar económicamente durante semanas una comarca entera. Nuestras ciudades debido a su elevada riqueza patrimonial y a los tremendos ritmos de crecimiento a los que les hemos sometido en los últimos decenios sin planes urbanísticos que contemplaran la realidad del medio, son de las menos resilientes (en todos los aspectos) del mundo, pero en especial, desde el punto de vista sísmico, no están preparadas en absoluto, Lorca está siendo testigo de ello.

MAPA DE LA SISMICIDAD EUROPEA

Los últimos acontecimientos sísmicos en España e Italia están provocando un cambio de paradigma en Europa en el que los sectores que trabajamos en prevención y estudio de los eventos sísmicos aún nos vemos inmersos. En lo que respecta al enfoque, la percepción y el trato que se da a la edificación y al planeamiento urbanístico, en las zonas susceptibles de sufrir eventos sísmicos es nesaria una nueva mirada, esas zonas representan prácticamente toda la periferia de la península en España y las islas. Se ha hablado mucho de edificios sismorresistentes pero muy poco de ciudades preparadas para los terremotos.


2. UN POCO DE HISTORIA SÍSMICA NOS MUESTRA EL FUTURO

Los recientes terremotos mayores de 5Mw han sorteado en cierta medida el golpear cerca de grandes ciudades tanto en Europa como en el resto del mundo, si exceptuamos Ferrara (5,8 y 6,0) y Sofía (5,8) en 2012,  Lorca en 2011 (4,5 y 5,2) o l’Aquila en 2009 (5,8). En España, no lo debemos olvidar, también nos llevamos sorpresas no sólo en el sur, el sureste y en los Pirineos, algo que es de casi todos conocido, también nosotros sabemos, como recientemente ha pasado en Italia, de esos fenómenos “intraplaca” que han sacudido zonas catalogadas como de poca o nula actividad sísmica: por ejemplo, en 1817, en Arnedo (La Rioja) se produjo un terremoto al que se le ha adjudicado una magnitud por encima de 6 Richter (entre 6,1 y 6,9), se sintió desde Palencia a Barcelona. Turruncún y otros pueblos riojanos  fueron destrozados por otro terremoto de 5,1 en 1929. Nuevamente en 1961 otro sismo destrozó buena parte de Aguilar del río Alhama y alrededores.

TURRUNCÚN EN LA RIOJA BAJA: UN TERREMOTO DE ESCALA 5,1 EN 1929 DESTRUYÓ EL PUEBLO QUE YA HABÍA SIDO FUERTEMENTE DAÑADO EN EL DE 1817. EN 1961, LO POCO QUE QUEDABA VOLVIÓ A SER DESTRUIDO, HOY ABANDONADO, AGUARDA SU RECUPERACIÓN.

En plena guerra civil, octubre de 1938, Arredondo, en Cantabria sorprendió con un seísmo anunciado días y semanas antes por varios temblores premonitorios pequeños (alcanzó una magnitud entre 4,9 y 5,2), se sintió mucho en Santander, pero también en Bilbao y Vitoria.

ARREDONDO EN CANTABRIA, UN SISMO DE ESCALA 4,9-5,2 GOLPEÓ EN 1938


2007:TEATRO DE ALMAGRO MUY DAÑADO
EPICENTRO EN PEDRO MUÑOZ
Más reciente, por poner otro ejemplo "intraplaca" y además ya bajo la moderna perspectiva de normativas sísmicas y mapas de sismicidad, podemos recordar aquel tan superficial de Pedro Muñoz (Ciudad Real). En 2007, golpeó (5,1) en plena zona clasificada ya por las normas hoy vigentes como de “bajo riesgo sísmico”, los testimonios de cuadros movidos, lámparas oscilando y sustos de la población incluyeron Huelva, Aragón o Asturias; hubo daños en edificaciones, sólo colapsó parte del Teatro de Almagro, por suerte no hubo víctimas.

Sin embargo estas cuestiones y muchos ejemplos parecidos más dicen mucho de nuestro conocimiento de esta piel de toro que habitamos, son de destacar los de Lugo de 1995 y 1997, (5,2 y 5,3) los de Cabo de San Vicente de 2007 y 2009 (6,2 y 6,3) sentidos en prácticamente toda la península con llamativos desalojos en edificios de Cádiz, Sevilla o Madrid; los tres fueron localizados en zonas despobladas o lejos de la costa.

Trágicamente hoy, una parte significativa ya de las ciudades también de Europa y España están localizadas cerca de regiones de conocida (o aún no) actividad sísmica ¿No es hora de repensar el urbanismo y desarrollar nuestras mejores herramientas de mitigación como la ley del suelo de 2008? Las normas de construcción sismorresistente no han sido, no son, y nunca serán suficientes. La historia nos ha dejado una laguna cultural de más de un siglo en relación a la consideración y toma en serio de estos fenómenos naturales. Recordemos que también Emilia Romagna llevaba 450 años "dormida". En ese tiempo esa zona italiana perdió su memoria sísmica que se reflejó en la normativa italiana de 2004, en su zonación de "baja sismicidad" (5,8 y 6,0). Hoy lo está pagando muy caro.



ISOSISTAS IX-X DEL TERREMOTO DE ANDALUCÍA DE 1884

Durante el lapso sísmico que va desde el terremoto de Andalucía de 1884 (6,6) con más de 1200 muertos y una destrucción de intensidad X, (hace casi 130 años) hemos pasado de unos 16 millones de personas viviendo fundamentalmente en un ambiente rural inmóvil, a 47 millones, una población predominantemente urbana y de alta movilidad. Aquí es donde radica el mayor peligro, y mucho más ahora que antes. La verdadera historia de España ha sido sísmica, salvando este lapso de 130 años justo a la entrada de la modernidad; en los últimos siete siglos y hasta hace unos cien años, "los temblores de tierras" eran tema de estudio en las escuelas y universidades.


La sismicidad es un fenómeno que no se ha actualizado como otros aspectos culturales del país. Se ha olvidado. Nuestra historia está repleta de ejemplos de terremotos destructivos con intensidades por encima de VIII en la escala Mercalli (por encima de 5 a 6 en la de Richter). Por ello la amnesia de la población y de nuestros dirigentes parece dominar sobre los esporádicos brotes de interés cuando algo como lo de Lorca o Ferrara nos levanta de nuestros sillones, nos hace reflexionar y el país se llena de expertos geólogos, arquitectos e ingenieros de bar.


¿PUEDEN DARSE FENÓMENOS SÍSMICOS CERCA DE ZONAS MUY POBLADAS?

El año 2011 supone un cambio radical en cuanto a la consideración del origen de los terremotos, normativa a aplicar y filosofía para comprender y evitar catástrofes como las de Lorca. Ningún área de la periferia peninsular o de las islas debe considerarse libre de tales fenómenos. España tiene herramientas y leyes adecuadas para hacer frente a estos eventos naturales tan destructivos, cabe destacar como una de esas mejores herramientas la ley del suelo de 2008, especialmente su artículo nº15, pero el problema es que ésta no se ha desarrollado adecuadamente, es más, pocas veces los ayuntamientos y autonomías actualizan el conocimiento de su territorio a la luz de dicha ley, tan solo Aragón lo ha hecho.

ZONACIÓN SÍSMICA Y URBANISMO: DOS DIRECCIONES OPUESTAS

Por otro lado la experiencia nos enseña que cada vez que se produce un terremoto en cualquier parte del mundo, y en especial en Europa, los informes inmediatos realizados que apuntan a las causas de las víctimas (como en Lorca al 100%), muestran que los edificios que han matado, presentan diseños identificados en experiencias previas como no adecuados para zonas sísmicas, así como asentamientos humanos construidos sobre auténticas cajas geotécnicas de resonancia o lupas sísmicas, capaces de duplicar e incluso triplicar la fuerza destructiva de las ondas.




A todo ello deberemos añadir que la población española (y europea) ha perdido la cultura sísmica hace unos cien años, y que la mayor parte de la ciudadanía no sabe ni siquiera dónde se encuentran las zonas sísmicas de la nación o el continente, menos aún qué hacer si vive en o viaja a una de esas áreas vulnerables. Hace unos cien años en España se daban consignas en las escuelas de qué hacer antes, durante y después de un terremoto, una cultura perdida que como han demostrdo Lorca, l'Aquila y buena parte de Emili Romagna, es letal.





3. EL VERDADERO ESCENARIO SÍSMICO ES LA CIUDAD

Estos testimonios y experiencias de forma reiterativa siguen cayendo en "sacos rotos", cada vez que se produce otro sismo, los informes de daños repiten las tesis de los anteriores. No aprendemos de las experiencias previas, el elevado grado de corrupción urbanística y especulación que corroe a España no permite un desarrollo adecuado de la investigación en muchos campos, en especial en el de la resiliencia símica de las ciudades, tal y como lo hacen en otros países de nuestro entorno como Francia o Italia, o de zonas más sísmicas de América como México o Chile.

En la mentalidad de nuestros dirigentes y expertos el escenario sísmico sigue siendo una pieza del sistema: el edificio y su estructura, a veces, pero pocas, el diseño arquitectónico, y casi nunca la distribución adecuada del territorio a una realidad tridimensional muy dinámica. Se siguen publicando extensos trabajos de adecuación sísmica estructural, ductilidad y resonancia de edificios y estructuras; se siguen refinando las normativas de construcción sismorresistentes a veces ya difíciles de aplicar por sus casi imposibles exigencias. Al mismo tiempo que se avanza en esa labor ingenieril se siguen construyendo barriadas enteras sobre auténticas cajas de resonancia sísmica por que no se conoce el medio donde se edifican esas piezas (edificios) del sistema (la ciudad). Es otra de las herencias del "urbanismo sobre plano" del siglo XX que introdujo los criterios industriales de "especialización" en el diseño y trazado, bajo un prisma bidimensional, del territorio.

UN INVESTIGADOR DEL INSTITUTO ANDALUZ DE GEOFÍSICA, FRANCISCO VIDART SÁNCHEZ, NOS LO CUENTA: LAS CUENCAS CUATERNARIAS AMPLIFICAN LAS ONDAS, ÉSTAS SON ATRAPADAS EN ESAS "CAJAS" LO QUE HACE QUE LA DURACIÓN SEA MAYOR Y POR LO TANTO EL DAÑO TAMBIÉN. LA ENTREVISTA FUE PARA EL TERREMOTO DE ATARFE, ALBOLOTE Y SANTA FE DE GRANADA DE 1956, JUSTO EL ANTERIOR CON VÍCTIMAS MORTALES A LORCA HACE 55 AÑOS. LA VEGA QUE ATRAPÓ LAS ONDAS FUE LA DEL RÍO GENIL Y SUS AFLUENTES, MIENTRAS QUE EN LORCA, ES LA DEL GUADALENTÍN Y SU RED NATURAL LA RESPONSABLE DE DICHO ATRAPAMIENTO EN MAYO DE 2011.

MAPA DE TOKIO PARA PLANEAMIENTO  URBANO (SÍSMICO) DE 1923



Los reglamentos urbanísticos son los que determinan el marco volumétrico (normalmente por optimización del espacio) de un edifico, sin planes de diseño anti-sísmico; consideran que los terremotos actúan solamente sobre las "partes" del sistema (por ejemplo NCSE-02 o EHE), es decir, los edificios y sus estructuras, en vez de sobre el verdadero escenario sísmico: la ciudad.

La resiliencia símica de las ciudades es una cuestión hasta ahora no tenida en cuenta.

En Europa, al igual que en otras zonas de Asia o América, se empieza a ver una pedagogía sísmica precisamente estos días, pero solo en algunos colegios de El Hierro. Sin embargo aún no hay una disciplina universitaria como en EEUU, Sudamérica, China, Turquía, Japón...











4. EL PAPEL DE LA ARQUITECTURA Y PLANEAMIENTO URBANÍSTICO EN LA RESILIENCIA SÍSMICA DE LAS CIUDADES


SEMANA SANTA DE LORCA
El objetivo fundamental del futuro del planeamiento urbanístico en el mundo entero y en España en particular en zonas símicas, será buscar una mayor concienciación de todos los agentes implicados en el sector de la construcción. Aún en España no se es consciente de vivir en un país sísmico.

Pero es fundamental que tal labor se lleve a cabo desde las propias administraciones y que sean éllas las primeras en hacerlo, mentalizándose de la realidad sísmica española, muy especialmente de los departamentos y consejerías de cultura y patrimonio, de las universidades y centros de investigación y también de la población en general.

Todos debemos ser conscientes, debemos poder recibir una educación impulsada desde las administraciones respecto de la existencia de áreas de la geografía nacional tan vulnerables a movimientos sísmicos como los que hemos visto durante 2011 y 2012; pero sobre todo hacer hincapié en que los seísmos peninsulares e insulares son capaces de generar verdaderas tragedias, patrimoniales, económicas y sociales si no son adecuadamente conocidos y tratados desde ya mismo. 




Los terremotos de Lorca del 11 de mayo de 2011 y los de Italia de 2009 y 2012 suponen un cambio radical en nuestra concepción del medio en que vivimos. España es un país moderno pero en pleno siglo XXI, mantiene zonas con una sismicidad capaz de matar personas, colapsar edificios, dañar infraestructuras, arruinar patrimonio histórico, paralizar por completo la actividad económica de una comarca, o consolidar la conflictividad de barrios marginales.

En el futuro, se analizará el medio físico, la normativa y su evolución, la aplicación de las normas y el análisis derivado de su puesta en funcionamiento después de un terremoto. Por otro lado, la experiencia de L’Aquila, Módena, Ferrara o Lorca muestran que en pleno siglo XXI, no se ha adelantado mucho en lo que a paliar catástrofes se refiere. Al contrario por ejemplo que en México, donde se ha comprobado cómo los años de experiencia van conformando un conjunto de ciudades resilientes, incluso con un grado de sismicidad mucho mayor. Pero una cosa debemos tener clara: las normas de construcción sismorresistentes no han sido, ni son, ni nunca serán suficientes para salvar vidas.



¿QUÉ PASA CON LORCA?


¿Verdaderamente podemos, o debemos únicamente seguir sustituyendo unas normas estructurales por otras cada vez más exigentes? Las restricciones para construir edificios son ya muchísimas, tanto en zonas sísmicas reconocidas como en las que no lo son, pero muy pocas las urbanísticas, casi por igual en ambas zonas, pero menos aún se tiene en cuenta el patrimonio histórico, y España es la segunda potencia mundial, muchos de estos patrimonios de la UNESCO, se sitúan, como Lorca, precisamente muy cerca de fallas activas reconocidas y estudiadas, capaces de generar eventos sísmicos de escala cercana o superior a 7.


EN ROJO LA FALLA DE ALHAMA DE MURCIA (FAM) LA ÚLTIMA QUE HA PROVOCADO VÍCTIMAS EN ESPAÑA

En el futuro deberemos acometer la tarea de adjudicarle a la Arquitectura una nueva disciplina: el papel que ella misma juega con el planeamiento urbano en la resiliencia símica de las ciudades. Como otras veces, y cada vez serán más, una disciplina que deberá compartir con geólogos, sismólogos, ingenieros y estadistas. Dicha nueva disciplina deberá dotarse de un lenguaje, un contenido específico y unos claros objetivos de expansión internacionales, así como un refuerzo de la comunicación entre ingenieros, arquitectos, sismólogos, geólogos y urbanistas con las autoridades. Una cosa hay que subrayar: en un mundo en el que en menos de 20 años más del 60% de la población vivirá en ciudades, éstas deberán considerarse como sistemas interrelacionados y no aislados. La semilla de ello ya está prevista, en septiembre de 2012 se plantó la semilla, siendo Lisboa la ciudad que acogió el congreso internacional 15WCEE con una sesión especial el día 27 de septiembre: 


Conveners: 


La cultura sísmica deberá llevarse no solamente a las universidades, también deberá ser objeto de aprendizaje en las escuelas e institutos. Los conceptos sísmicos entrarán así en el futuro en el proceso de proyecto, no solo de los edificios, sino también de las ciudades, y como recientemente hemos experimentado en México los resultados son inmejorables.  

No hay comentarios: